No me aguanto ya mi niña,
cuando te veo pasar
con tu cinturita fina,
y ese ritmo al caminar,
que me sube los colores
y una miaja la mirá.
Cuándo te veo a la fuente,
con tus cántaros pasar
me haces estar pendiente
de tu contoneo niña,
de tu pelo ondeante
y de tu cara colorá.
Cuando me miras niña,
y te veo caminar,
se me suben los colores
mil hormigas me recorren,
se derrumban mis canillas,
y me tengo que sentar.
¡Ay mi niña, que bonita!
¡Ay mi niña resalá!
¡Ay sus cántaros, sus pechos!
¡mi manteca colorá!
¡Ay mi niña rebonita!
¡Ay mi niña que salá!
Cuando caminas te adoro
y cuando te paras más.
¡Ole, que arte tie mi niña!,
cuando anda y al parar,
cuando te veo en la calle
y cuando conmigo estás.
Ya no vayas a la fuente,
que la fuente se ha secao,
de mirarte cuando pasas,
de mirarte sa cegao,
qué me ha dicho que no hay agua
que le baile a tu mirá.
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