lunes, 18 de mayo de 2009

¡Mira, está lloviendo!















Mira, ¡está lloviendo!
En el cristal, una gota
resbala y se desplaza a la madera.
¡Sin yo quererlo, fuera está lloviendo!
¡Sin yo quererlo, por el cristal resbalan gotas!
¡Sin queerelo, estoy mirando afuera!

¡Mira, aún está lloviendo!
Este agua que no cesa,
me acongoja y me apasiona,
me devuelve mis recuerdos.
Sin quererlo, estoy sintiendo
la nostalgia que me atrapa y que no cesa
de decirme, que tu, llorona
te pareces a las gotas de la lluvia.

¡Mira, está lloviendo todavía!
Una balada romántica y burlona,
se ríe de mi, y me cuenta
tus caricias de un día cualquiera,
de otro día de lluvia que no cesa.

Yo le digo que es mentira,
que sabía que eran falsas tus caricias
que sabía que era falsa tu sonrisa
que sabía que eras tu y que no me amabas.

Yo le digo, que no siento lo que siento,
que ya no soy prisionero,
de ilusiones y desesperanzas
de camelos, de noches en vela,
de sueños que no se cumplen
de tus labios, de tus alabanzas.

¡Mira, ya no llueve,
ya la calle está empapada,
ya ha cesado esa balada,
ya no siento lo que siento,
y el recuerdo es el recuerdo
y tu vida ya no es mía!.

J. Ausin © 2009

¡Va por usted maestro Benedetti!

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